miércoles, 11 de julio de 2012

El Sol de Oro del Banco Central


El Sol de Oro del Banco Central del Ecuador

Fecha:2004-11-20 00:00:00
Esta pieza arqueológica e inigualable, insignia del Banco Central del Ecuador, ha suscitado entre los investigadores una controvertida polémica sobre su verdadero origen: unos manifiestan que procede de la cultura Cañari, otros identifican con rasgos estilísticos peruano - bolivianos (Tiahuanaco, Moche, Huari, Chimú) y unos terceros atribuyen que pertenece a la cultura Tolita de Esmeraldas y finalmente a la Jama-Coaque de Manabí.
El Sol de Oro constituye la insignia del Banco Central del Ecuador.

GUSTAVO REINOSO HERMIDA

Esta pieza arqueológica e inigualable, insignia del Banco Central del Ecuador, ha suscitado entre los investigadores una controvertida polémica sobre su verdadero origen: unos manifiestan que procede de la cultura Cañari, otros identifican con rasgos estilísticos peruano - bolivianos (Tiahuanaco, Moche, Huari, Chimú) y unos terceros atribuyen que pertenece a la cultura Tolita de Esmeraldas y finalmente a la Jama-Coaque de Manabí.

Sus argumentos:

El Sol de Oro del Banco Central se supone que es de origen cañari
En la inscripción lacónica de identificación del mencionado Sol de Oro, que fue fotografiada por primera vez, en 1940, por el Periodista e Historiador Dr. Ernesto Domínguez O., se lee la siguiente inscripción escrita con puño y letra de su propietario Max Konanz:
"1940
Chunocari
Entre Chordeleg y Sígsis"

Ulteriormente desde los inicios de la década de 1950, en la "Guía para el Museo Konanz", Hacienda "San Galo", Biblián-Provincia del Cañar, el Sol de Oro, estuvo codificado con el número 431, llevaba la siguiente descripción: "Idolo del sol, los rayos del sol estilizados como serpientes sobre cuyas cabezas se encuentran cabezas humanas-acaso los hijos del rey? - de Mongoya - Manabí". Hoy se encuentra en el Museo del Banco Central del Ecuador, registrado con el código 3962.2
Se dice que este Sol de Oro pertenece a la cultura Cañari aborigen, el mismo que fue "saqueado" de una tumba, en la localidad de Chunocari o Chunucari, perteneciente a la jurisdicción del cantón Sígsig, provincia del Azuay.

Antecedentes

Según los documentos de primera mano, que han tenido la gentileza de facilitarme los familiares cercanos de Max Konanz Knaus, digno e ilustre custodio de nuestro patrimonio cultural; y las varias publicaciones de arqueólogos e historiadores nacionales y extranjeros: el citado objeto áureo, inicialmente compró el orfebre Ariolfo Vázquez Moreira: "Un día, probablemente a fines del año 1939 o a comienzos de 1940" (Karen Olsen Bruhns - 1998: 198), quien vendió a Konanz, comerciante y coleccionista nacido en Suiza, que poseía un importante museo arqueológico privado en la hacienda "San Galo", en Nabón, cantón Biblián, provincia de Cañar.

Leamos al Periodista e Historiador Miguel Ernesto Domínguez Q. (Alcacay 07): "…Antonio Urdiales que declaró haber sacado de una huaca de Chunocare y que era un mascarón de oro con cuarenta y cuatro rayos e hizo una bola para traer a venderlo en Cuenca". El espécimen fue vendido directamente a Konanz en mil quinientos sucres (equivalente a 6 centavos de dólar USA actual).

Localización

El Historiador Lic. Guillermo Segarra Iñiguez, oriundo del Sígsig, manifiesta haber localizado en Chunucari el sitio exacto, donde se presume que fue "huaqueado" el Sol de Oro, cerca de la unión de los ríos Pamar y Santa Bárbara, perteneciente a la Parroquia San Bartolomé, Cantón Sígsig; entre las casas de las familias Astudillo y Montesdeoca, en donde se habían sacado piezas de oro: "… que el maestro Ramos las fundió para facilitar el reparto entre los partícipes del hallazgo, y que sólo uno de los guaqueros, con la aquicencia de los demás, se quedó con un artefacto nada valioso del que hizo un ovillo para guardarlo como un talismán; pero un día asomó por allí un gringo que la pagó buen precio por la pieza" (Alcacay 06).

Declaración Testimonial

La Sra. Eulalia Vintimilla Crespo, sobrina política de Max Konanz, en una "Declaración Testimonial" (Cuenca, octubre 17 de 2004), solicitada por el autor de esta publicación, relata con fidelidad y detalle, las circunstancias que personalmente observó, cuando el Sol de Oro, se puso a la luz, de cómo se adquirió y desenrolló la envoltura de la placa que contenía la representación solar: "…llegó de Cuenca un paquete para Max, que enviaba mi padre Cornelio Vintimilla Muñoz… Estaban presentes mi tía Lola Muñoz Dávila -esposa de Konanz- y mi prima Martha… El paquete que llegó a Guayaquil contenía lo que en el futuro se llamó El Sol de oro y mi padre lo adquirió de parte del Sr. Ariolfo Vázquez Ortega conocido joyero, empresario minero y tasador del Banco Central en las compras que esta Institución hacía de oro aluvial o arqueológico, para fundirlo en un horno electrónico instalado en Cuenca, en donde se preparaban los lingotes de oro de buena ley, para utilizarlo como respaldo de la emisión de dinero para la economía del Ecuador… Max, en algunos días, ya avanzada la tarde, luego de que regresaba de su oficina en la Max Muller & Cía, se dedicaba a abrir delicadamente este ovillo de oro con mucha paciencia, utilizando una pieza de metal pesada que tenía un mango de manera y una bola metálica en extremo, ayudándose también con pequeños martillos y espátulas que rompieron el extremo de algunos rayos inferiores de la máscara, ya que estaban deteriorados, a pesar del cuidado que ponía en el alisamiento de estas láminas de oro… Por los años 50 Max probablemente había sido influenciado por algún entendido en Arqueología y dudó que la procedencia del Sol de oro sea la zona de Chunucari en la provincia del Azuay, cerca del Sígsig y cambió el nombre del posible lugar del hallazgo, hacia La Mongoya en Manabí".

La máscara de oro

Finalmente, la singular máscara de oro, como parte de la invaluable colección arqueológica, en 1960, adquirió a Konanz, el Museo del Banco Central del Ecuador, sede en la ciudad de Quito. Su imagen fue adoptada como insignia o logotipo del Banco Central del País; más aún hoy constituye uno de los símbolos más importantes de la ecuatorianidad.

En una compotera Tacalshapa de cerámica de pie bajo campaniforme proveniente del cerro Narrío de Cañar, el cuerpo de la pieza está decorado con pintura negativa, cuyo motivo central constituye una representación de la imagen de un medio Sol es negativo, con los rayos que se desprenden del semicírculo externo.

Lastimosamente los numerosos tesoros trabajados por los orfebres y plateros, descubiertos en la segunda década de 1800, en las "famosas huacas" de Chordeleg y Sígsig, muy poco queda de su recuerdo, como para al menos comparar con las semejanzas del Sol de Oro, que se supone que fue descubierto en Chunocari.

Símbolo sagrado

En mi opinión, la "Mácara de Oro" del Banco Central, que de ser descubierta en Chunocari, posiblemente habría constituido un símbolo sagrado para el culto solar, en que la deidad celestial, generadora de la luz y el calor, a través de sus rayos se transfiguraría en serpientes totémicas progenitoras del hombre cañari. Usado como parte del atavío del sacerdote gobernante durante las grandes celebraciones religiosas, personaje sobrehumano que servía de intercesor del pueblo, para alcanzar la gracia divina, en la germinación y fructificación de mieses; para procurar la salud y bienestar de sus gobernados y contrarrestar toda clase de adversidades. O acaso la "Máscara" de tan noble metal, fue digna para representar al Astro Rey, construyendo una imagen sagrada de la teogonía mitológica Cañari, por tanto habría formado parte de un templo o santuario.

Características del Sol de Oro

El Sol de Oro del Banco Central del Ecuador, es una lámina áurea repujada, con distintivos cefaloantropomorfos, de 60x40 centímetros de tamaño, que concibe al Astro Rey, orlado de 44 rayos en todo su esplendor, con representación de un rostro radiado sereno: ojos en forma de almendras, nariz aquilina, boca semioval ligeramente abierta, como para exhibir sus dientes, orejas semicirculares pequeñas, con un agujero en cada una de sus aurículas; pómulos salientes; la cabellera corresponde a tres mechones, de los se desprenden 46 hebras de rayos zigzagueantes, que terminan en cabezas de serpientes y a su vez sostienen representaciones de cabezas humanas. La máscara de oro es de 21 kilates, pesa 284.4 gramos.

Como se desconoce las circunstancias contextuales del hallazgo, impide también emitir criterios categóricos sobre su funcionalidad; de ahí que se supone constituirá una máscara funeraria; y, en decir del Dr. Antonio Fresco, Arqueólogo - Investigador Cultural del Museo del Banco Central, en un boletín intitulado "Consideraciones acerca del probable origen y filiación cultural del Sol arqueológico de oro, símbolo del Banco Central de Ecuador" dice: "Pero más probable que su función haya sido la máscara de danzante… Esta interpretación de su uso podría servir de apoyo a la posible filiación cultural Jama-Coaque".

Particularidades

Sol de Oro con rasgos estilísticos peruano - bolivianos y de otras culturas:
Karen Olsen Bruhns, del Departamento de Antropología de la Universidad de San Francisco de los Estados Unidos, en su trabajo intitulado "Huaquería, procedencia y fantasía: los soles de oro del Ecuador" (1998, 185 - 202). Al aludir a la Máscara de Oro del Banco Central, basándose en los rasgos estilísticos, encuentran similitudes con otros soles de oro o de otros materiales, provenientes de las culturas prehispánicas: de Tiahuanaco del altiplano boliviano; Mochica, Nazca, Tiahuanaco Huari y Chimú del Perú; o con las culturas Jama - Coaque de la provincia de Manabí y muy especialmente con La Tolita de Esmeraldas, por los muchos rasgos comunes con la iconografía representada en la orfebrería costeña.

Se conoce también que en el templo incásico de Coriconcha de la ciudad sagrada del Cuzco existió un sol de oro con rostro humano rodeado de rayos, al momento del reparto del "rescate" del tesoro de Atahualpa, se adjudicó al soldado Manso Serra.
Lastimosamente los numerosos tesoros trabajados por los orfebres y plateros, descubiertos en la segunda década de 1800, en las "famosas huacas" de Chordeleg y Sígsig, muy poco quedan de su recuerdo, como para al menos comparar con las semejanzas del "Sol de Oro de Chunocari".

Interpretaciones

¿El Sol de Oro del Banco Central proviene de la cultura Tolita?
El análisis físico - nuclear, realizado por el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, mediante el método ciclotrón estableció los componentes minerales del Sol de Oro del Museo del Banco Central de Quito y de otro similar que reposa en el Museo del Banco Central, Sucursal en Guayaquil "…pertenecen a las formaciones geológicas de la costa norte del Ecuador" (Diario El Universo, 18 dic. 2002, p. 14 A). Permitiría robustecer los criterios de la mayoría de las interpretaciones anteriores encabezada por el Arquitecto Hernán Crespo Toral, en el sentido de que las preciadas reliquias provienen de la Tolita. Esta cultura se desarrolló entre los 300 a. C. y 400 d. C. Inicialmente estudiada por el arqueólogo Marshall Saville, ocupa el espacio geográfico comprendido entre la costa sur de Colombia y la desembocadura del río Esmeraldas, teniendo como centro la isla Tolita, provincia de Esmeraldas, rica en objetos de cerámica y oro artísticamente elaborados.

Análisis con la historia

Las investigaciones arqueológicas evidencia, que los cañaris, desde tiempos inmemoriales, mantuvieron estrechas relaciones comerciales, con los pueblos más apartados del Litoral. Ello nos permite interpretar, que si bien la "Máscara de Oro" mencionanda, efectivamente tiene características físicas de las culturas del Período de Desarrollo Regional e Integración de la Costa norte del Ecuador, el espécimen pudo haber llegado supuestamente en estas condiciones a Chunocari; quizá como un presente diplomático enviado por un mandatario a un homólogo de alto rango de las tierras sigseñas. Por tanto si no tenemos la suficiente fundamentación científica sobre la verdadera procedencia de la famosa máscara de oro, la polémica se mantiene en el tapete de la dilucidación.
Algunas denominaciones del "Sol de Oro del Banco Central del Ecuador":
Según, Hernán Crespo Toral: Sol de Oro de La Tolita. Sol de Oro de Max.
Según Karen Olsen: Sol de Quito,
Según Ernesto Domínguez O.: Mascarón de Chunucare; y,
Más comúnmente llamado "Sol de Oro del Banco Central del Ecuador."

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