martes, 18 de septiembre de 2012

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miércoles, 18 de julio de 2012

Virgen de Legarda

La Virgen de Quito (de Legarda)


La Virgen de Quito

Placa cerca de la entrada del edificio del monumento
Compuesta por siete mil piezas diferentes, esta es la mayor representación de aluminio en todo el mundo. La obra, empezada a construir en 1976, es una réplica de la escultura de 30 centímetros realizada en el siglo XVIII por el escultor quiteño Bernardo de Legarda, la misma que reposa en el altar mayor de la iglesia de San Francisco, y que está considerada como la obra cumbre de la escultura de la escuela quiteña colonial.
La escultura representa a la Virgen María tal como se la describe en el libro bíblico del Apocalípsis: una mujer con alas, una cadena que apresa a la serpiente que tiene bajo sus pies y que representa a la bestia del 666. Es por ello que además de los nombres de Virgen de Quito ó Virgen de Legarda (por el escultor de la obra original), esta estatua también es llamada Virgen del Apocalípsis.
La escultura reposa sobre un edificio base de cuatro niveles, construido en hormigón y revestido de piedra volcánica; dentro se puede recorrer un pequeño museo en el que se relata la historia del milenario cerro y de la construcción de la escultura. Además, accediendo por este museo se puede llegar a un mirador ubicado en los pies mismos de la Virgen, desde el cual se tiene una privilegiada vista de 180 grados de la ciudad de Quito.
En su base de hormigón se encuentra una placa nombrada "La Mujer de la Apocalipsis (Cap 12)" escrita por el Padre Jesús Rigoberto Correa Vázquez la cual dice: "¿Quién es esta mujer, de sol vestida, reina, de doce estrellas coronada, portentosa señal, airosa, alada, que al firmamento se remonta erguida? ¿Quién es esta mujer engrandecida, que a sus plantas la luna ve postrada, mantiene a la serpiente encadenada y entre todas es la única escogida? Es María, la Virgen, la esperanza mostrada, en el edén, a cielo y tierra, en quien Dios se encarnó y entró en la historia. Es la Madre de Dios, flor de la alianza, la mujer fuerte que al infierno aterra, la esclava del Señor, la asunta a gloria."



Arte Precolombino


Arte precolombino


Cerámica escultórica con motivos eróticos de la Cultura MocheMuseo Larco Herrera (Lima-Perú).
El arte precolombino es la manera como se designa al conjunto de realizaciones artísticas e intelectuales como escultura,
arquitecturaarte rupestrecerámicatextil,metalistería y pintura realizadas en el continente americano durante el periodo
precolombino. Este es el elemento principal que permite el conocimiento y reconocimiento de las civilizaciones precolombi-
nas, la prueba de su nivel de desarrollo y la capacidad de transformación de su medio ambiente. Para literatura y poesía
consultar poesía precolombina.

Ecuador la cultura de la isla de La Tolita ubicada en el Océano Pacífico y datada entre el 600 y el 100 a.c. produjo piezas
de oro, cobre y platino únicas en cuanto a sus dimensiones, ya que son notablemente pequeñas. Narigueras en forma de
aro, orejeras en forma de carrete, clavos nasales, figuras antropomorfas y bezotes formados con numerosas bolitas que
dan la idea de una flor, pendientes de filigrana y anillos con piedras. También eran famosos comerciantes de su arte, y sus
obras fueron apreciadas en todo el continente americano. Se han encontrado piezas de esta cultura en regiones muy
distantes a Ecuador.












Sol Cultura Tolita


División del Sol Tolita aplicando las diagonales

Iglesia de Santa Bárbara Quito


IGLESIA DE SANTA BÁRBARA
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Considerada como una de las primeras iglesias de la ciudad.

La iglesia de Santa Bárbara se encuentra ubicada en la calle García Moreno y Manabí, en el centro histórico de Quito. Los sismos de 1987 ocasionaron daños en la estructura y su reconstrucción la ejecutó el Fondo de Salvamento.

CRÉDITO: NUKAPITAL / MÓNICA AGUILAR
La iglesia de Santa Bárbara fue construida por don Juan Pablo Sanz en el siglo XVI y en esta habitaron los jesuitas desde agosto de 1586 hasta enero de 1589. Es una iglesia moderna que conserva pocas antigüedades: unas telas y unas estatuas de varios santos.

El pueblo quiteño deseaba tener entre sus gentes a los jesuitas, el cabildo eclesiástico accedió al pedido. Desde 1578 la Real Audiencia intermedió ante Felipe II con el propósito de solicitarle la cesión de la iglesia y casa parroquial de Santa Bárbara, éste aceptó con la condición de que si los jesuitas abandonaban las instalaciones para establecerse en otras, volverían al dominio del poder eclesiástico. La cesión del Cabildo a los jesuitas de la parroquia de Santa Bárbara tuvo lugar el 31 de julio de 1586.

La edificación es de corte sencilla con planta de cruz al estilo griego y en la mitad soporta una cúpula esbelta hecha de armazón de fierro forrada en zinc por fuera, y por dentro lleva casetones de madera finamente decorados. El retablo del altar consagra a la Virgen del Quinche y al Corazón de Jesús, uno al calvario, otro a San Antonio y otros dos a San José y a San Judas Tadeo.

Dentro de las pocas obras de arte se encuentra la pintura de la Virgen de la Espiga y un busto de San Francisco de Borja esculpido en madera al lado de una lápida ubicada en el primer peldaño de la entrada a la casa parroquial, la cual tiene grabado una dedicatoria en latín al mencionado santo con fecha de 1942.


Para más información de la iglesia de Santa Bárbara:
Teléfono: (+593 2) 2288 637

DEBERÍAS SABER ESTO

La iglesia de Santa Bárbara se encuentra en las calles García Moreno y Manabí, en el Centro Histórico de Quito.
Abre sus puertas de lunes a viernes de 07h00 a 09h00, sábados de 16h00 a 18h00, domingos de 07h00 a 10h00.
La entrada es gratuita.

Su originaria construcción pertenece al siglo XVI y es obra del Arquitecto Juan Pablo Sanz. Es considerada como una de las primeras iglesias de la ciudad. En 1987 tuvo que ser reconstruida ya que los sismos que se produjeron en ese año en la ciudad afectaron a muchas iglesias, entre ellas la de Santa Bárbara. Se ejecutaron las obras de reconstrucción y consolidación estructural en los muros y en la cúpula por parte del Fondo de Salvamento FONSAL.

miércoles, 11 de julio de 2012

El Sol de Oro del Banco Central


El Sol de Oro del Banco Central del Ecuador

Fecha:2004-11-20 00:00:00
Esta pieza arqueológica e inigualable, insignia del Banco Central del Ecuador, ha suscitado entre los investigadores una controvertida polémica sobre su verdadero origen: unos manifiestan que procede de la cultura Cañari, otros identifican con rasgos estilísticos peruano - bolivianos (Tiahuanaco, Moche, Huari, Chimú) y unos terceros atribuyen que pertenece a la cultura Tolita de Esmeraldas y finalmente a la Jama-Coaque de Manabí.
El Sol de Oro constituye la insignia del Banco Central del Ecuador.

GUSTAVO REINOSO HERMIDA

Esta pieza arqueológica e inigualable, insignia del Banco Central del Ecuador, ha suscitado entre los investigadores una controvertida polémica sobre su verdadero origen: unos manifiestan que procede de la cultura Cañari, otros identifican con rasgos estilísticos peruano - bolivianos (Tiahuanaco, Moche, Huari, Chimú) y unos terceros atribuyen que pertenece a la cultura Tolita de Esmeraldas y finalmente a la Jama-Coaque de Manabí.

Sus argumentos:

El Sol de Oro del Banco Central se supone que es de origen cañari
En la inscripción lacónica de identificación del mencionado Sol de Oro, que fue fotografiada por primera vez, en 1940, por el Periodista e Historiador Dr. Ernesto Domínguez O., se lee la siguiente inscripción escrita con puño y letra de su propietario Max Konanz:
"1940
Chunocari
Entre Chordeleg y Sígsis"

Ulteriormente desde los inicios de la década de 1950, en la "Guía para el Museo Konanz", Hacienda "San Galo", Biblián-Provincia del Cañar, el Sol de Oro, estuvo codificado con el número 431, llevaba la siguiente descripción: "Idolo del sol, los rayos del sol estilizados como serpientes sobre cuyas cabezas se encuentran cabezas humanas-acaso los hijos del rey? - de Mongoya - Manabí". Hoy se encuentra en el Museo del Banco Central del Ecuador, registrado con el código 3962.2
Se dice que este Sol de Oro pertenece a la cultura Cañari aborigen, el mismo que fue "saqueado" de una tumba, en la localidad de Chunocari o Chunucari, perteneciente a la jurisdicción del cantón Sígsig, provincia del Azuay.

Antecedentes

Según los documentos de primera mano, que han tenido la gentileza de facilitarme los familiares cercanos de Max Konanz Knaus, digno e ilustre custodio de nuestro patrimonio cultural; y las varias publicaciones de arqueólogos e historiadores nacionales y extranjeros: el citado objeto áureo, inicialmente compró el orfebre Ariolfo Vázquez Moreira: "Un día, probablemente a fines del año 1939 o a comienzos de 1940" (Karen Olsen Bruhns - 1998: 198), quien vendió a Konanz, comerciante y coleccionista nacido en Suiza, que poseía un importante museo arqueológico privado en la hacienda "San Galo", en Nabón, cantón Biblián, provincia de Cañar.

Leamos al Periodista e Historiador Miguel Ernesto Domínguez Q. (Alcacay 07): "…Antonio Urdiales que declaró haber sacado de una huaca de Chunocare y que era un mascarón de oro con cuarenta y cuatro rayos e hizo una bola para traer a venderlo en Cuenca". El espécimen fue vendido directamente a Konanz en mil quinientos sucres (equivalente a 6 centavos de dólar USA actual).

Localización

El Historiador Lic. Guillermo Segarra Iñiguez, oriundo del Sígsig, manifiesta haber localizado en Chunucari el sitio exacto, donde se presume que fue "huaqueado" el Sol de Oro, cerca de la unión de los ríos Pamar y Santa Bárbara, perteneciente a la Parroquia San Bartolomé, Cantón Sígsig; entre las casas de las familias Astudillo y Montesdeoca, en donde se habían sacado piezas de oro: "… que el maestro Ramos las fundió para facilitar el reparto entre los partícipes del hallazgo, y que sólo uno de los guaqueros, con la aquicencia de los demás, se quedó con un artefacto nada valioso del que hizo un ovillo para guardarlo como un talismán; pero un día asomó por allí un gringo que la pagó buen precio por la pieza" (Alcacay 06).

Declaración Testimonial

La Sra. Eulalia Vintimilla Crespo, sobrina política de Max Konanz, en una "Declaración Testimonial" (Cuenca, octubre 17 de 2004), solicitada por el autor de esta publicación, relata con fidelidad y detalle, las circunstancias que personalmente observó, cuando el Sol de Oro, se puso a la luz, de cómo se adquirió y desenrolló la envoltura de la placa que contenía la representación solar: "…llegó de Cuenca un paquete para Max, que enviaba mi padre Cornelio Vintimilla Muñoz… Estaban presentes mi tía Lola Muñoz Dávila -esposa de Konanz- y mi prima Martha… El paquete que llegó a Guayaquil contenía lo que en el futuro se llamó El Sol de oro y mi padre lo adquirió de parte del Sr. Ariolfo Vázquez Ortega conocido joyero, empresario minero y tasador del Banco Central en las compras que esta Institución hacía de oro aluvial o arqueológico, para fundirlo en un horno electrónico instalado en Cuenca, en donde se preparaban los lingotes de oro de buena ley, para utilizarlo como respaldo de la emisión de dinero para la economía del Ecuador… Max, en algunos días, ya avanzada la tarde, luego de que regresaba de su oficina en la Max Muller & Cía, se dedicaba a abrir delicadamente este ovillo de oro con mucha paciencia, utilizando una pieza de metal pesada que tenía un mango de manera y una bola metálica en extremo, ayudándose también con pequeños martillos y espátulas que rompieron el extremo de algunos rayos inferiores de la máscara, ya que estaban deteriorados, a pesar del cuidado que ponía en el alisamiento de estas láminas de oro… Por los años 50 Max probablemente había sido influenciado por algún entendido en Arqueología y dudó que la procedencia del Sol de oro sea la zona de Chunucari en la provincia del Azuay, cerca del Sígsig y cambió el nombre del posible lugar del hallazgo, hacia La Mongoya en Manabí".

La máscara de oro

Finalmente, la singular máscara de oro, como parte de la invaluable colección arqueológica, en 1960, adquirió a Konanz, el Museo del Banco Central del Ecuador, sede en la ciudad de Quito. Su imagen fue adoptada como insignia o logotipo del Banco Central del País; más aún hoy constituye uno de los símbolos más importantes de la ecuatorianidad.

En una compotera Tacalshapa de cerámica de pie bajo campaniforme proveniente del cerro Narrío de Cañar, el cuerpo de la pieza está decorado con pintura negativa, cuyo motivo central constituye una representación de la imagen de un medio Sol es negativo, con los rayos que se desprenden del semicírculo externo.

Lastimosamente los numerosos tesoros trabajados por los orfebres y plateros, descubiertos en la segunda década de 1800, en las "famosas huacas" de Chordeleg y Sígsig, muy poco queda de su recuerdo, como para al menos comparar con las semejanzas del Sol de Oro, que se supone que fue descubierto en Chunocari.

Símbolo sagrado

En mi opinión, la "Mácara de Oro" del Banco Central, que de ser descubierta en Chunocari, posiblemente habría constituido un símbolo sagrado para el culto solar, en que la deidad celestial, generadora de la luz y el calor, a través de sus rayos se transfiguraría en serpientes totémicas progenitoras del hombre cañari. Usado como parte del atavío del sacerdote gobernante durante las grandes celebraciones religiosas, personaje sobrehumano que servía de intercesor del pueblo, para alcanzar la gracia divina, en la germinación y fructificación de mieses; para procurar la salud y bienestar de sus gobernados y contrarrestar toda clase de adversidades. O acaso la "Máscara" de tan noble metal, fue digna para representar al Astro Rey, construyendo una imagen sagrada de la teogonía mitológica Cañari, por tanto habría formado parte de un templo o santuario.

Características del Sol de Oro

El Sol de Oro del Banco Central del Ecuador, es una lámina áurea repujada, con distintivos cefaloantropomorfos, de 60x40 centímetros de tamaño, que concibe al Astro Rey, orlado de 44 rayos en todo su esplendor, con representación de un rostro radiado sereno: ojos en forma de almendras, nariz aquilina, boca semioval ligeramente abierta, como para exhibir sus dientes, orejas semicirculares pequeñas, con un agujero en cada una de sus aurículas; pómulos salientes; la cabellera corresponde a tres mechones, de los se desprenden 46 hebras de rayos zigzagueantes, que terminan en cabezas de serpientes y a su vez sostienen representaciones de cabezas humanas. La máscara de oro es de 21 kilates, pesa 284.4 gramos.

Como se desconoce las circunstancias contextuales del hallazgo, impide también emitir criterios categóricos sobre su funcionalidad; de ahí que se supone constituirá una máscara funeraria; y, en decir del Dr. Antonio Fresco, Arqueólogo - Investigador Cultural del Museo del Banco Central, en un boletín intitulado "Consideraciones acerca del probable origen y filiación cultural del Sol arqueológico de oro, símbolo del Banco Central de Ecuador" dice: "Pero más probable que su función haya sido la máscara de danzante… Esta interpretación de su uso podría servir de apoyo a la posible filiación cultural Jama-Coaque".

Particularidades

Sol de Oro con rasgos estilísticos peruano - bolivianos y de otras culturas:
Karen Olsen Bruhns, del Departamento de Antropología de la Universidad de San Francisco de los Estados Unidos, en su trabajo intitulado "Huaquería, procedencia y fantasía: los soles de oro del Ecuador" (1998, 185 - 202). Al aludir a la Máscara de Oro del Banco Central, basándose en los rasgos estilísticos, encuentran similitudes con otros soles de oro o de otros materiales, provenientes de las culturas prehispánicas: de Tiahuanaco del altiplano boliviano; Mochica, Nazca, Tiahuanaco Huari y Chimú del Perú; o con las culturas Jama - Coaque de la provincia de Manabí y muy especialmente con La Tolita de Esmeraldas, por los muchos rasgos comunes con la iconografía representada en la orfebrería costeña.

Se conoce también que en el templo incásico de Coriconcha de la ciudad sagrada del Cuzco existió un sol de oro con rostro humano rodeado de rayos, al momento del reparto del "rescate" del tesoro de Atahualpa, se adjudicó al soldado Manso Serra.
Lastimosamente los numerosos tesoros trabajados por los orfebres y plateros, descubiertos en la segunda década de 1800, en las "famosas huacas" de Chordeleg y Sígsig, muy poco quedan de su recuerdo, como para al menos comparar con las semejanzas del "Sol de Oro de Chunocari".

Interpretaciones

¿El Sol de Oro del Banco Central proviene de la cultura Tolita?
El análisis físico - nuclear, realizado por el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, mediante el método ciclotrón estableció los componentes minerales del Sol de Oro del Museo del Banco Central de Quito y de otro similar que reposa en el Museo del Banco Central, Sucursal en Guayaquil "…pertenecen a las formaciones geológicas de la costa norte del Ecuador" (Diario El Universo, 18 dic. 2002, p. 14 A). Permitiría robustecer los criterios de la mayoría de las interpretaciones anteriores encabezada por el Arquitecto Hernán Crespo Toral, en el sentido de que las preciadas reliquias provienen de la Tolita. Esta cultura se desarrolló entre los 300 a. C. y 400 d. C. Inicialmente estudiada por el arqueólogo Marshall Saville, ocupa el espacio geográfico comprendido entre la costa sur de Colombia y la desembocadura del río Esmeraldas, teniendo como centro la isla Tolita, provincia de Esmeraldas, rica en objetos de cerámica y oro artísticamente elaborados.

Análisis con la historia

Las investigaciones arqueológicas evidencia, que los cañaris, desde tiempos inmemoriales, mantuvieron estrechas relaciones comerciales, con los pueblos más apartados del Litoral. Ello nos permite interpretar, que si bien la "Máscara de Oro" mencionanda, efectivamente tiene características físicas de las culturas del Período de Desarrollo Regional e Integración de la Costa norte del Ecuador, el espécimen pudo haber llegado supuestamente en estas condiciones a Chunocari; quizá como un presente diplomático enviado por un mandatario a un homólogo de alto rango de las tierras sigseñas. Por tanto si no tenemos la suficiente fundamentación científica sobre la verdadera procedencia de la famosa máscara de oro, la polémica se mantiene en el tapete de la dilucidación.
Algunas denominaciones del "Sol de Oro del Banco Central del Ecuador":
Según, Hernán Crespo Toral: Sol de Oro de La Tolita. Sol de Oro de Max.
Según Karen Olsen: Sol de Quito,
Según Ernesto Domínguez O.: Mascarón de Chunucare; y,
Más comúnmente llamado "Sol de Oro del Banco Central del Ecuador."

Sol Tolita


INTERPRETACIÓN DEL SOL DE LA TOLITA




El Sol de Oro, es la pieza arqueológica insignia del Banco Central del Ecuador (BCE).


La cultura Tolita, floreció en Esmeraldas entre los años 300 antes de Cristo (aC.) y 400(dC.).


Esta cultura se extendió por la costa desde la zona de Esmeralda en Ecuador hasta la Región de Tumaco en Colombia. Esta región está en el límite sur de las costas tropicales del oeste de Sudamérica, más allá del cual el paisaje se vuelve gradualmente más árido. Es un área muy boscosa, húmeda, de lluvia abundante y gran cantidad de fauna, cruzada por anchos ríos navegables y numerosas islas en las zonas de desembocadura.

La cerámica de La Tolita se caracteriza por el uso de una arcilla grisácea y arenosa, con la que se elaboraron cántaros, jarros, vasos trípodes y ralladores de yuca. Las figurillas, abundantes y muy cuidadosamente elaboradas, muestran un notable realismo. Casi todas llevan narigueras, orejeras y otros adornos corporales. Destacan también las representaciones de seres míticos, tales como individuos mitad humanos y mitad animal. Otro objeto notable son los incensarios, algunos de gran tamaño y muy semejantes a los que se encuentran en Mesoamérica. El trabajo de la piedra fue consagrado a la manufactura de manos de moler, hachas y cinceles, aunque también resalta el trabajo de piedras semipreciosas (esmeraldas, cuarzo, ágatas y turquesas), las que se engastaban en joyas de oro y plata. Los orfebres La Tolita fueron los primeros en el mundo en trabajar el platino.

Las representaciones en cerámica y orfebrería, la gente de La Tolita adoraba a una gran cantidad de seres míticos. Entre ellos destacaban animales poderosos como el felino y la serpiente y, también, algunos simios y sapos. La representación en cerámica de muchas escenas eróticas podría tener correlato con ritos de fertilidad e iniciación sexual. Los muertos eran enterrados extendidos y de costado, con ajuares de joyas, vestidos y objetos utilitarios.

La Casa del Alabado










El Museo de Arte Precolombino Casa del Alabado es un museo ecuatoriano ubicado en el centro histórico de Quito, dedicado al arte precolombino. Si bien trata sobre los desarrollos sociales del Ecuador prehispánico, no es un museo exclusivamente arqueológico, ya que privilegia la estética del objeto antes que la temática cronológica de la arqueología ecuatoriana. Se puede decir que el guion museológico se inspira en el concepto de divinización del ser humano, a partir del contacto que este tiene con las fuerzas de la naturaleza, o apus.
El museo cuenta con: 14 salas de exposición permanente,1 sala para exposiciones temporales, 2 salas para el desarrollo de actividades educativas,1 tienda, 1 café y 2 patios. Además cuenta con un área de servicios y de atención al cliente.
Horarios: Martes a sábado de 9:30 am a 5:30pm. Domingo de 10:00 am a 4:00 pm.

miércoles, 27 de junio de 2012

Esto es Eso

E3=Esto Es Eso en Mis fotos de

Tunupa


La Leyenda del Tunupa

Ollantaytambo guarda entre muchas cosas, el secreto de dos leyendas: La de Tunupa y la del General Ollanta.
En la primera, se habla de un mensajero de los dioses que llegó al pueblo mucho antes de la creación del Imperio Incaico, vestido de mendigo y con apariencia de tener muchos años encima. Al llegar fue bien recibido por los moradores del lugar, especialmente por su Curaca o Jefe quien le rindió todos los honores.
Agradeciendo esto, Tunupa le regaló el báculo con el cual viajaba. Dice la leyenda que al nacer el hijo del Curaca, el báculo se convirtió en oro. El primogénito al cual llamaron Manco Capac, salió de Ollantaytambo llevándolo en su mano y al hundirlo en una montaña cercana al Cusco (el Huanacauri) decidió fundar el Imperio de los Incas y hacer ahí su capital o ciudad más importante.
La segunda, nos habla de un General del Imperio que enamorado de la hija del Inca Pachacutec, decide raptarla y así casarse con ella.
El Inca, al tratar de recuperar a su hija de las manos de este aguerrido General, sitia Ollantaytambo y luego de 10 años de arduas batallas permite el casamiento al reconocer el gran amor que sentía Cusi Coyllor, su hija, por el General Ollanta. Se dice que de este General provendría el nombre del pueblo.


Leyenda del origen del Inca del Dios Tunupa

Una vez viajaba Tunupa. Se encontró con el Laykha que estaba durmiendo en medio río.
–Qué haces?, le dijo. Vámonos, más bien. Ya no robes tanto.
Se fueron. Llegaron a una casa. La dueña le dijo que con la llamita nomás se mantenía.
Tunupa robó a la llama.
Layka se dijo “Este es más ladrón que yo”.
Vieron venir a un niño. Tunupa lo asustó y lo hizo caer.
Laykha le dijo:
–Por qué has asesinado a ese niño?
–Porque estaba yendo a robar.
Llegaron a otra casa. Les alojó la dueña con mucho cariño. Les mostró una ollita y les dijo que con ella solamente se mantenía.
Tunupa robo la olla.
Laykha dijo para si que Tunupa era más ladrón que el.
Llegaron a una gran estancia y el dueño los botó. Y Tunupa le regaló la olla y la llama.
Laykha le dijo:
–No eres Tunupa. Eres más ladrón que yo! Y por qué le has regalado todo a ese hombre malo? Y por qué has robado a esas buenas mujeres?
–Porque la dueña de la llama y de la olla, han hablado de la llama y de la olla nomás, y no de sus dioses.
El Lahka le dijo:
–Has asesinado al niño; has robado al pobre y has regalado al rico!
–Tunupa le contestó:
–Mira la estancia! La estancia se levantó al aire y desapareció, lo mismo que Tunupa. Laykha se desmayó.


Las crónicas españolas sobre el dios Tunupa

Piedra Tunupa en las proximidades de Ollantaytambo. Según las leyendas locales se cree que en esa piedra quedó grabado el rostro de Tunupa.
Durante la evangelización del Collao los sacerdotes europeos trataron de convertir a Tunupa en las imágenes de los apóstoles Santo Tomás o San Bartolomé, debido a la política católica de superponer sus cultos sobre las divinidades nativas de América.1 En general fueron varias las leyendas y relatos recogidos por los cronistas europeos con respecto a Tunupa.
Según los relatos recogidos por Fray Alonso Gavilán, éste personaje habría aparecido por el Paraguay recorriendo toda la selva hasta Chachapoyas, luego llegó hasta el altiplano y lanzó rayos y fuego celeste en contra el dios que se veneraba en el poblado de Cacha. También fue visto en el Cusco y luego en las orillas del lago Titicaca fue empalado en una vara de chonta y hechado al lago en una balsa, empujado por un fuerte viento se dirigió hacia el Aullagas (río Desaguadero) en donde se hundió en las entrañas de la tierra.1
El cronista indígena Santa Cruz Pachacuti cuenta que Tunupa llegó al altiplano con ropas muy humildes predicando, pero fue expulsado del pueblo de Yamquesupa, ante esto Tunupa los maldijo convirtiendo al pueblo en una laguna. Luego llegó a un poblado denominado Cachapucara en donde existía una «mujer huaca» con la que tuvo una fuerte discusión, destruyendo los cerros y el pueblo echando fuego y derritiendo la montaña. Luego llegó a Carabaya donde la población lo ató de pies y manos, pero luego Tunupa se desató y navegó hasta el Titicaca, pasó por Tiahuanaco y se dirigió al mar por el río Chacamarca en donde desapareció.1
Cieza de León recoge relatos que aseguran que Tunupa existía antes que existieran los Incas. Según la leyenda Tunupa era un hombre blanco de gran cuerpo con un poder tan grande que podía convertir los cerros en llanuras y viceversa. Según los relatos de Cieza de León a ésta deidad la llamaban «Ticsi Wiracocha» pero en el Collao le decían indistintamente «Tuapaca» o «Tunupa», el cronista también recoge los hechos de Cachas pero con la diferencia de que Tunupa se dirige hacia el mar y se embarca hacia el horizonte.1
Pedro Sarmiento de Gamboa lo llama «Taguapaca» y según éste cronista el dios aparece luego del diluvio mucho antes de la existencia del sol y la luna. También sostiene que era acompañante de «Viracocha Pachayachachic». Luego estando en el Collao desobedeció a Viracocha quien ordena que sea atado de pies y manos y que fuese colocado en una balsa sobre el río Desaguadero. Aunque según Sarmiento de Gamboa, el pueblo de Cacha fue destruído por Wiracocha y no por Tunupa.1

[editar]Atributos y poderes

Según todos los relatos recogidos por los cronistas y por la tradición oral, Tunupa tenía el poder del rayo o también llamado "el fuego celeste"; pero también, según las leyendas recogidas, Tunupa estaba muy ligado a los volcanes o también llamado "el fuego terrestre". Curiosamente los volcanes abundan en el Collao y sus zonas circundantes, existiendo varios cerros con el nombre de Tunupa, Taguapaca y Tuapaca; siendo el más importante y conmemorativo el denominado Volcán Tunupa en el lado norte del Salar de Uyuni (actual República de Bolivia).

Pero Tunupa también tenía el poder sobre las lluvias que caen con las tormentas fecundando la tierra. Se creían que no sólo fecundaba a la Pachamama si no que también, los rayos que caían sobre los lagos fecundaban los peces.








MANTEÑO-HUANCAVILCA


La cultura Manteño-Huancavilca es la última cultura precolombina en la región litoral, y fueron ellos quienes -desde sus poblados costaneros- contemplaron las extrañas naves o carabelas españolas que por primera vez surcaron las aguas ecuatoriales del Mar del Sur.
Aunque no ha sido posible establecer límites precisos o rígidos a los espacios territoriales ocupados por las diversas culturas del Ecuador aborigen, se ha podido establecer que la CulturaManteño-Huancavilca habitó los territorios comprendidos desde un poco más al norte de Bahía de Caráquez, hasta la isla Puná; y tierra adentro, incluyendo la cordillera costanera.
La cronología determinada para esta cultura comprende un período de tiempo que se extiende desde el año 800 de nuestra era hasta el 1531, año en que Francisco Pizarro desembarcó en la desembocadura del río Santiago, en Esmeraldas, para iniciar la conquista.
Las características físicas de sus hombres debieron causar mucha impresión en los primeros españoles. Los cronistas como Zárate y Cieza de León relatan que se deformaban el cráneo y que se trasquilaban dejándose una corona a “manera de frailes” con cabellos solamente a los lados. Los Huancavilcas además tenían la costumbre de extraerse los dientes incisos: esto -según antiguas leyendas- debido a un castigo que les impuso Huayna-Cápac cuando intentó someterlos y estos se rebelaron.
Emilio Estrada distinguió dos zonas o regiones en la cultura Manteño-Huancavilca: Los Manteños o Paches del norte, en la región comprendida actualmente por las ciudades de Bahía, Manta y Portoviejo, hasta Salango; y los Manteños del sur oHuancavilcas, al norte del Golfo de Guayaquil, hasta Colonche.
En su organización social existían diferentes estados y rangos, lo que se manifiesta en el tamaño de sus casas y en la cantidad y calidad de sus adornos personales. Hubo entre ellos especialización en las ocupaciones, y existía un estricto respeto por el orden y la justicia.
Aspecto importante de la cultura  Manteño-Huancavilca constituye su gran desarrollo social y urbano. El arqueólogo Saville observó en 1906, al sur de Manta, una gran cantidad de montículos pequeños que correspondían al pueblo aborigen conocido como Jocay. Se cree que este poblado precolombino se extendía varios kilómetros por la orilla del océano Pacífico y conformaba, conjuntamente con otros, un gran centro poblacional con veinte o treinta mil habitantes.
Estas grandes concentraciones humanas vivían fundamentalmente de la agricultura y la especial capacidad de comercializar sus productos y artesanías a través de importantes organizaciones económica, como la famosa liga de mercaderes, ya sugerida hace muchos años por el distinguido arqueólogo ecuatoriano Don Jacinto Jijón y Caamaño.
Desarrollaron delicadas técnicas para el trabajo en oro y plata, y dedicaron gran parte de sus actividades a los aspectos religiosos, que los llevó inclusive a celebrar ritos con sacrificios humanos. Adoraban a la serpiente, el jaguar, el puma, al venado, a los lagartos y a la diosa Umiña, representada por una gran esmeralda.
Su alimentación se basó principalmente en el maíz, la yuca, los fréjoles, las patatas, el ají y diferentes géneros de hortalizas, y aunque no fueron un pueblo guerrero por excelencia, tampoco se dejaron dominar fácilmente por otros pueblos conquistadores.
Su cultura es muy conocida por las “Sillas U” de piedra tallada que se han encontrado en la zona.



Los Manteño-Huancavilca fueron las últimas culturas del período precolombino del litoral y los primeros en divisar las naves y veleros españoles aproximándose a la costa ecuatoriana.
Según los cronistas Zárate y Cieza cuentan que los Manteños se deformaban el cránero y se trasquilaban dejándose una corona a manera de frailes con cabellos solamente a los lados mientras que los Huancavilcas eran conocidos como “los desdentados” ya que practicaron la mutilación de los dientes. Para algunos autores algunos motivos que originaron esta costumbre era como signo de mayor jerarquía, razones de carácter religioso, como decoración personal o como una sanción impuesta por Huayna Capac (aunque esta última no ha podido ser confirmada).
Ambas culturas, Manteños y Huancavilcas, se unieron para conformar la Liga o confederación de mercaderes por lo cuál hoy en día se juntan ambos nombres y se la trata como una cultura. Sin embargo no lo fueron aunque sí tenían varias similitudes.
Los Manteños
Poblaron la zona geográfica de lo que hoy se conoce como Bahía de Caráquez, se extendieron hasta el Cerro las Hojas entre la actual Manta y Portoviejo para luego llegar al Guayas y la isla Puná. Eran navegantes sin igual, no usaban canoas si no las famosas balsas manteñas que estaba equipadas con velas. Estas balsas transportaban grandes cantídades de artículos y viajeros, una balsa encontrada por Bartolomé Ruiz llevaba 20 hombres y 30 toneladas de mercancía (Newson 1995). Se dice que los manteños también mantuvieron estrechas relaciones comerciales con puelos mexicanos de la época.
Al igual como sus antecesores, subsistian de la pesca y la agricultura principalmente, cultivaron maíz, yuca, camote además de frutas como la guayaba, el aguacate, la piña, entre otros. Aunque no se han encontrado muchos restos arqueológicos sobre los asentamientos poblacionales de la cultura, se sabe que vivieron en casas construídas a base de madera. Jocay, hoy bajo la moderna ciudad de Manta, es la gran ciudad manteña, que según Benzoni (1550), habría tenido más de 20.000 habitantes. Los principales señorías manteños que se han identificado son: Jcocay, Picoazá y Salangome. Los señores eran generalmente polígamos y solían ser enterrados junto a sus esposas favoritas, comida, armas y otros objetos preciosos. El elemento clave de la jerarquía de esta cultura es la muy conocida “Silla Manteña” hecha de piedra, muy peculiar por su forma en U, eran sostenidas por figuras humanas o de animales (siendo el puma la más usada) agachados, en posición de sumisión. Se piensa que las sillas con figuras humanas eran las de los señores y las de figuras de animales, de los sacerdotes o shamanes. Los ritos más relevantes de la comunidad tenían lugar durante los solsticios y rendían culto a la serpiente.
La cerámica manteña es generalmente negra pulida, con motivos variados, muchas veces con representaciones de caras humanas en los cuellos de las botellas o en el cuerpo de las compoteras. Las figurinas fueron hechas con moldes. Se ve presente las representaciones en de la silla en U, lo que una vez más comprueba la importancia de ésta. En algunas piezas vemos representados a hombres consumiendo la coca, también es muy común encontrar los “torteros” (recipientes en los cuales almacenaban las sustancias halucinógenas), con hermosos diseños de animales míticos.
La cultura Manteña fue descubierto a comienzos del siglo XX, por el arqueólogo Marshall Saville

Los Huancavilcas (o Guancavilcas)

La provincia del Guayas está atravesada en parte por la cordillera Chongón y Colonche, la misma que ha sido hogar de varías culturas precolombinas. La provincia de los Guancavilcas, según Benzoni, comenzaba desde Colonche, extendiéndose por toda la zona situada al oeste y sur de la cordillera Chongón-Colonche. Por mucho tiempo los Guancavilcas fueron considerados como una extensión de los Manteños.
Esta cultura también subsistió de la agricultura, cultivando el maíz, yuca, camote y fréjol, además completaron su dieta con la pesca y la caza. Al igual que los manteños fueron muy buenos navegantes. Fueron grandes artesanos, trabajaron el algodón, la paja toquilla y la lana. Utilizaron la Spondylus para elaborar cuentas muy pequeñas que se conocen como chaquiras que eran utilizadas activamente para el comercio (trueque).
“Loma de los Cangrejitos” ubicado cerca del actual Valle de Chanduy fue escogido por los Guancavilcas como su cementerio. Ellos, como otros pueblos de América, creían en una vida más allá de la muerte, debido a esto en los yacimientos encontrados se han recuperado los ajuares funerarios que constan de objetos de adornos y equipos utilitarios que les servirían para continuar sus actividades que en vida habrían desempeñado. También tenían la creencia de que al morir debían comprar “su pasaje para la eternidad”, por lo que muchos esqueletos se han encontrado sosteniendo en cada mano unas hachas monedas hechas de cobre, éstas eran equivalentes para cubrir los gasto del viaje.
La cerámica en Guancavilca es de color muy oscuro, casi negro y brillantemente lustrada. Recordemos que durante el período de Integración las culturas de ésta época estaban más enfocados en expandir sus horizontes y no tanto en la cerámica, motivo por el cual la mayoria de figurinas y cuencos de este período fueron realizados con pintura negativa. Las vasijas y cuencos de esta cultura presentan figuras geométricas bien definidas y se han encontrado en diferentes tamaños, en algunas vemos la representación antropomorfas y zoomorfas.